MEMORIAS DE UNA GEISHA
porque no tenemos otra opción”.Es una joya literaria melancólica, descriptiva, narrativa e impecablemente publicada en 1997 que lleva al lector a imaginar realmente los escenarios de la cultura nipona relatado por Arthur Golden, escritor que realizó una investigación por más de 10 años de la cultura japonesa, de tal forma que combina la investigación y lasconfidencias de una geisha con su imaginación para recrear la novela “Memorias de una Geisha”. Trata de una niña de nueve años de origen humilde de una familia de pescadores que vivía con su padre, madre y hermana en una pequeña casita en el pueblito de Yoroido cerca del mar en uno de los acantilados; su vida transcurre apacible y tranquila hasta que un día su progenitora enferma, se pone tan grave que los visita el doctor Miura quien pronostica el advenimiento de la muerte de la mamá de Chiyo. Antes de que muera acude a su casa el Señor Tanaka quien le propone al padre de Chiyo enviar a ambas hermanas a Kioto para tener una mejor vida. Lo anterior sucede, se llevan a Chiyo y a su hermana de 15 años y las venden; Chiyo tiene unos ojos grisáceos peculiares que la distinguen de las demás niñas, la venden a una okiya que es un lugar en donde preparan a las geishas, mientras que a su hermana la envían a un prostíbulo. A consecuencia de lo anterior la pequeña Chiyo adquiere una deuda que va desde el costo de su propia compra hasta la inversión de su preparación como futura geisha; dentro de esta casa viven las tutoras y una de las geishas más cotizadas: Hastumono, una mujer tan hermosamente bella como maléfica quien se encarga de hacerle la vida imposible a Chiyo; ella, extraña demasiado a su hermana mayor y por lo mismo, intenta escapar, pero no lo logra; después, se hace amiga de Calabaza una pequeña aprendiz de geisha que vive en la misma okiya que ella y posteriormente Hastunomo sería su hermana mayor pues por costumbre es que las geishas se convierten en tutoras a quien les llaman hermanas menores para iniciarlas en ese arte. Los momentos más álgidos desde mi punto de vista de esta historia tiene que ver con haber sido vendida; la separación de su familia, de su hermana como la muerte de su madre; poco tiempo después estalla la segunda guerra mundial lo que provocó que se viviera una etapa crítica, de pobreza, hambre y miseria para Japón como también el cambio del estilo de vida de las geishas “a consecuencia de ello a lapoblación se le olvidó sonreír”; el mizuage, de cuando Mamita, la tutora de la okiya, se encarga de vender su virginidad al mejor postor y quien posterior a la compra se convertiría en su Danna; es decir, el protector de Chiyo quien para ese tiempo ya tenía otro nombre: Sayuri- San. Por otro lado, en alguno de los episodios de la película se relata: “En aquel momento pasé de ser una niña enfrentada al vacío a ser alguien con una meta, descubrí que ser geisha podría ser un paso para ser alguien más, conseguir un espacio en su mundo. Con el dinero que el presidente que me había entregado podría haber comprado pescado y arroz para un mes, pero lo entregué para mis oraciones quedándome únicamente con su pañuelo; pedí convertirme algún día en geisha, para luego, no sabía de qué modo, volver a encontrarle” Es una novela hermosamente relatada, que no te deja despegarte de sus letras por la habilidad con que el autor detalla la historia; sin embargo, desató enormes controversias porque el escritor no respetó la confidencialidad de la geisha que le contó sus memorias; además, hace ver a esta profesión de ser Geisha como si fuesen prostitutas lo cual es un concepto equivocado ya que para ser geisha se requiere de una preparación que comienza desde muy temprana edad en donde deben desarrollar diferentes habilidades pues ellas en realidad, son artistas, tocan el shamisen que es un instrumento de cuerdas; toman clases intensivas durante toda su vida de baile; canto, teatro, tienen una cultura tan basta que es por ello que son grandes conversadoras y mejores acompañantes culturales; conocen el arte de la ceremonia del té combinado con el uso de los trajes tradicionales como lo es el kimono; el maquillaje y el refinado estilo de conducirse en sociedad. A consecuencia de haber develado el nombre de la geisha, ésta demandó al autor y salió un nuevo libro escrito por Mineko Iwasaki que tituló: “La vida de una geisha”. De memorias de una geisha surgió también la película que se apega a la historia original de Arthur Golden. Sin embargo, ha sido muy criticada porque causó mucho enojo a los japoneses y a las geishas por haber desvirtuado el quehacer de las mismas, sus tradiciones, su cultura, su intensa preparación reduciéndolas y cosificándolas a simples cortesanas pues “Memorias de una geisha” aunque es una excelsa novela, no representa la realidad de lavida de una geisha. Termino este análisis invitando a leer esta obra: “...Nadie es capaz de hablar honestamente de sus sufrimientos hasta que ha dejado de sentirlos...” ¡HASTA LAPRÓXIMA!
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