LOS MATADORES DE ÁRBOLES, EL REGRESO
Nací en la década de los 70's, mis papá era empleado de lo que en aquel tiempo se llamaba Tabamex, compró un terreno por la Avenida Insurgentes, en abonos, con un préstamo de la Caja Popular mexicana. Mis hermanos y yo crecimos en una ciudad pequeña, hermosa, con un clima de bosque templado, en la ciudad de Nervo, en Tepic, la capital de Nayarit aunque tuviese sólo dos calles principales, la México e Insurgentes. Mi papá como lo es actualmente, un hombre de pocas palabras pero muchas acciones, responsable, respetuoso, reservado y cariñoso, quien nos educó siempre con el amoroso ejemplo. Los niños de aquella época crecimos sin celulares, computadoras, televisores, nuestra máxima tecnología eran los arroyos que se formaban en las calles cuando llovía granizo, a vendavales, con truenos, El chilte, Los Rosales, El Tornillo y los humedales que habitaban en nuestra comunidad rural. En casa había un gran jardín cultivado por mi mamá, con árboles de limo